La cirugía abdominal ha experimentado cambios importantes en las últimas dos décadas con un cambio general de la cirugía invasiva abierta a la cirugía mínimamente invasiva o cerrada (laparoscopía, endoscopía). En consecuencia, las estrategias de manejo del dolor también han cambiado, especialmente con la introducción de bloqueos de la pared abdominal guiados por ultrasonido. A pesar de que la cirugía abdominal laparoscópica se clasifica como mínima, el dolor puede ser muy intenso y debe tratarse de manera adecuada.
– Objetivo: esta revisión se centra en las adecuadas estrategias contra el dolor en varios tipos de cirugía. Se describen las técnicas respectivas y se dan ejemplos de estrategias específicas de manejo del dolor. Se discuten las ventajas y desventajas de las técnicas. Esta revisión puede servir como una especie de guía y orientación empírica para que el lector desarrolle su propia estrategia, así como para poner al día a los cirujanos con las últimas técnicas anestésicas.
– Conclusión: El dolor no es menor ni menos relevante en la cirugía mínimamente invasiva. Las nuevas características distintivas de una estrategia analgésica multimodal son los bloqueos de la pared abdominal, ya sea con una sola inyección de anestésico local o de forma continua (infusión). La cirugía abierta menor, en algunos casos, se realiza mejor con una combinación de bloqueos locorregionales y sedación continua. Los bloqueos de la pared abdominal, los analgésicos AINEs y los opioides de corta acción administrados por enfermeras o por ACP (analgesia controlada por el paciente) presentan la mejor estrategia de control del dolor multimodal en cirugía abdominal. La analgesia epidural y espinal se han convertido en opciones de segunda línea o están reservadas para morbilidades específicas de pacientes o por requisito quirúrgico. [Ver artículo completo]
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