Nacimiento de una idea: el parche hemático epidural

Brian Harrington es el autor del artículo definitivo sobre la historia de la técnica del parche de sangre epidural para tratar la cefalea postpunción de duramadre-aracnoides (CPPD). Lo más interesante del artículo es la historia de cómo la idea se convirtió en una práctica generalizada, con sus complicaciones, beneficios y equivocaciones que hacen historia. Ref. Regional Anesthesia and Pain Medicine 2004;29(2):81-82. 

Es sorprendente que, al igual que la historia del descubrimiento de la anestesia general, donde Humphry Davy conocía las propiedades analgésicas y amnésicas del óxido nitroso en 1800, pasaron otros 42 años antes de que se demostrara que el óxido nitroso era un anestésico adecuado para la extracción de dientes. Asimismo, sugerir la inyección de sangre en el espacio epidural para tapar el agujero dural ocurrió por primera vez en 1947, pero no fue hasta 1960 que se hizo el primer intento de sellar el agujero dural con sangre.

Otra parte interesante de esta historia es la relación entre el conocimiento de que el agujero en la duramadre-aracnoides provocaba cefalea e intentar sellar ese agujero. Los primeros informes con solución salina intratecal demostraron claramente una mejoría clínica en los pacientes. Dripps y Vandam en la década de 1950 mencionaron que el tamaño y la orientación de la aguja eran importantes para el desarrollo de la CPPD. Sin embargo, se dejó a los anestesiólogos en la práctica clínica encontrar una forma de sellar el agujero. Y, en lo que parece ser un giro del destino, el médico a quien se le atribuye la popularización del parche de sangre epidural fue entrenado en el departamento de la Universidad de Pensilvania que contaba con Dripps y Vandam en su facultad. Harrington ha hecho un excelente trabajo al describir las personalidades involucradas en el impulso final en la historia de la aceptación del parche de sangre epidural.

Anthony DiGiovanni llegó al Hospital Wilford Hall, Base de la Fuerza Aérea Lackland, San Antonio, Texas como coronel y como Jefe de Anestesiología. En aquellos días, los acontecimientos cada vez más acelerados en el sudeste asiático llevaron a grandes aumentos en la cantidad de personal militar y sus familias atendidos en lugares como Wilford Hall. Fue y sigue siendo una gran base de entrenamiento y, como tal, en aquellos días tenía un servicio de obstetricia. La anestesia en la embarazada en trabajo de parto o cesárea evolucionó con el uso mucho más común de la analgesia epidural. Esto dio como resultado una mayor incidencia de CPPD, que el Dr. DiGiovanni y su personal comenzaron a tratar de manera más agresiva con parches de sangre en el espacio epidural.

Al llegar como asistente del servicio de anestesiología del hospital de Wilford Hall, el Dr. Dunbar dudaba de la eficacia como de la “ciencia” del uso del parche sanguíneo epidural. Ese escepticismo cambió a medida que los resultados, cerca del 100% de efectividad, mostraron una mejoría inmediata, si no una “cura”, que se volvieron más claros con el pado del tiempo. La publicación, con una difusión más amplia del nuevo tratamiento de la CPPD con el parche hemático epidural, fue todo lo que quedó. Sin embargo, la conversión de un incrédulo en un verdadero creyente es otra historia interesante.

¿Por qué publicar la historia detallada de una técnica anestésica importante aunque menor? Este artículo ilustra el proceso mediante el cual una idea se convierte en práctica. Existen paralelismos en la anestesiología actual y la medicina para el dolor. Asimismo, la lidocaína se utilizó de forma segura durante décadas en el espacio subaracnoideo, hasta que salieron a la luz complicaciones como el síndrome de cola de caballo y los síntomas neurológicos transitorios. [Leer el artículo completo]

Evolución del parche hemático epidural
Parche hemático en L3-4. La sangre inyectada se muestra en rojo. (A) 1960, Gormley repitió una punción lumbar. A continuación, se retiró la aguja hasta que cesó el retorno del líquido cefalorraquídeo, momento en el que se inyectaron de 2 a 3 mL de sangre. (B) 1970, parche hemático epidural por DiGiovanni y Dunbarusando 10 mL de sangre. Nótese la extensa diseminación circunferencial de sangre en el espacio epidural. (C) 1980, “parche de presión” epidural que utiliza hasta 20 mL de sangre, según lo recomendado por Crawford.

ENCUESTA

Bloqueo epidural con aguja Tuohy 16 para analgesia en parto/cesárea y perforación involuntaria de duramadre-aracnoides. En puerperio inmediato cefalea intensa fronto-occipital que impide deambular, náuseas y dificultad para amamantar por pecho materno. La paciente y esposo se encuentran preocupados, angustiados y molestos. Ud., habla con la paciente y esposo y les recomienda el siguiente tratamiento para terminar con los síntomas. ¡Participa en la encuesta!

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Tamara

Soy madre. En mi tercer parto escapó LCR y opté por un parche hemático. A 16 meses de mi parto me encuentro perfectamente bien. De inmediato al día siguiente del parche hemático desapareció la cefalea. Gracias por este gran avance que cambia vidas. Un saludo desde Alicante, España.

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