El Dr. Ernesto Maldonado Carreño, anestesiólogo de Centro Médico Quirúrgico, Celaya, Guanajuato, con fecha 3 de junio de 1997, envió envió a nuestro blog el siguiente comentario. Además, rescato respuestas y comentarios de otros colegas. Esperamos sus comentarios.
Comentario: Por razones no bien entendidas, algunos ginecoobstetras permiten que el esposo (o algún otro familiar) de la paciente ingrese al quirófano durante la cesárea.
Frecuentemente, además de las fotos obligadas, algunos de ellos (¡pésimo gusto!) videograban la cirugía. Como todos sabemos, existen momentos durante los cuales, en las mejores manos, la paciente manifiesta molestias o, peor aún, cambios hemodinámicos de importancia. ¿Pueden imaginarse las implicaciones médico-legales de esto?
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Pareja feliz en cesárea Padre desmayado durante cesárea
Nos molesta que el esposo ingrese a quirófano para acompañar a su esposa y ver el milagro del nacimiento de su bebé. ¡Momentos inolvidables para la pareja! Sin embargo, y si ven los resultados de la encuesta anterior, nosotros los anestesiólogos no negaríamos acompañar a nuestras esposas si nos lo piden o nosotros decidimos hacerlo. Personalmente yo prefiero que el esposo no entre al quirófano, pero tampoco me incomoda si lo hacen. De hecho, siempre mantengo una relación muy cordial y festiva con los esposos, y los hago partícipes. Eso sí, NUNCA permito que estén durante el bloqueo neuraxial.