Las pruebas RT-PCR (reverse transcription polymerase chain reaction, transcripción inversa de reacción en cadena de la polimerasa) para detectar el ARN del coronavirus 2 (SARS-CoV-2) del síndrome agudo respiratorio severo (SARS) son el estándar de oro operativo para detectar la enfermedad COVID-19 en la práctica clínica.
Los estudios de RT-PCR en el Reino Unido tienen una sensibilidad y especificidad analíticas superiores al 95%, pero no existe un único estudio estándar de oro. Los nuevos estudios se verifican en paneles de material, confirmados como COVID19 mediante múltiples pruebas con otros estudios, junto con un cuadro clínico y radiológico consistente. Estos nuevos estudios a menudo se prueban en condiciones idealizadas con muestras hospitalarias que contienen cargas virales más elevadas que las de individuos asintomáticos que viven en la comunidad. Como tal, el rendimiento diagnóstico u operativo de las pruebas con hisopo en el mundo real puede diferir sustancialmente de la sensibilidad y especificidad analíticas.
Aunque la capacidad de la prueba y, por lo tanto, la tasa de pruebas en el Reino Unido y en todo el mundo ha aumentado, cada vez más personas asintomáticas se han sometido a pruebas. Esta creciente inclusión de personas asintomáticas afecta el otro parámetro clave de la prueba, la probabilidad previa a la prueba, que sustenta la veracidad de la estrategia de prueba. En marzo y principios de abril de 2020, la mayoría de las personas examinadas en el Reino Unido eran pacientes gravemente enfermos ingresados en hospitales con una alta probabilidad de infección. Desde entonces, el número de ingresos hospitalarios relacionados con COVID-19 ha disminuido notablemente de más de 3000/día en el pico de la primera ola, a poco más de 100 en agosto, mientras que el número de pruebas diarias aumentó de 11,896 el 1 de abril de 2020 a 190,220 el 1 de agosto de 2020. En otras palabras, la probabilidad de la previa prueba habrá disminuido constantemente a medida que la proporción de casos asintomáticos examinados aumentó en un contexto de distanciamiento físico, encierro, limpieza y máscaras, que han reducido la transmisión viral a la población general. [Ver artículo completo]

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